sábado, 18 de junio de 2011

Un día en el campo

Hortensia, foto de Gloria Reyna

Sus ojos brillan unas veces de asombro y otras de contento, incluso cuando el cielo se torna gris
y la niebla cubre el campo. Cada día se levanta con la luz de las estrellas para dar de comer al ganado y ordeñar las vacas. Sonríe mientras piensa en la capa de espesa y blanca nata que quedará cuando hierva la leche y que untada en la rebanada de pan y espolvoreada con azúcar será su desayuno.

Las ventanas y la puerta de azul cobalto destacan entre la lluvia fina que cae sin cesar. Detrás de la casa, al lado del corral, el pequeño y cuidado huerto. De la verja nace un pequeño sendero de guijarros que lleva a la entrada, allí las hortensias son las dueñas.

Ya es hora de ir al mercado. Coge el gran paraguas negro se calza las albarcas y se sube el cuello de la pelliza. Cualquiera que lo vea ir, por la vieja carretera que lleva al pueblo, pensará que le ha tocado la lotería, pues allá va canturreando con su sonrisa y esos ojos negros que siempre le brillan.
Continuará .........
****************************************************************

2 comentarios:

Gracias por leerme