Foto de Fernando Reyna |
No sabe en qué momento
el agua dejó de ser agua y
la lluvia dejó de ser lluvia,
ni cuándo los nombres se convirtieron
en instantes cazados al vuelo.
Día tras día, resuenan en su cabeza
música y voces que no son de nadie .
Qué contraste con el mudo mundo
que la rodea, lleno de desconocidos
a los que ve a diario. Imposible
confiar en ellos, la vida le ha enseñado
a sospechar hasta de lo más querido.
Ella, que tan valiente fue, esconde,
ahora, su miedo entre ovillos y lanas
que intenta tejer sin recordar
si fue primero derecho o revés.
¿Hoy es martes o domingo?. No importa.
Siempre será tarde cuando de los recuerdos
ya no se tiene ni su recuerdo.
Nota: dedicado a todos aquellos a los
que
la vida les ha robado los recuerdos.