Jardines Miramar, Barcelona |
Seré tu sombra,
la sombra de tu cabeza inclinada,
de tus ásperas piernas,
de tu vientre maltrecho.
No descansaré nunca,
y con la mano tendida
pediré limosna
a tu boca de hielo.
Siempre detrás de ti
hasta que te acuerdes de mi,
o hasta que, sencillamente,
me quieras.
Anda, yo te sigo.