jueves, 30 de junio de 2011

Nido vacío

Foto de María Alba Reyna

En esta tarde abrasadora de domingo
los campos de trigo esperan impacientes a
ser segados para poder descansar tras la cosecha,
Es hora de refugiarse en el frescor de los patios.

Bandadas de golondrinas sobrevuelan
atolondradas bajo el cielo estival,
sólo se escucha el borboteo de la fuente.
y el rumor del agua que correo por las acequias.

Un pequeño grupo enlutado destaca
en la blancura de las calles encaladas.
Camina despacio ensimismado en su dolor
sin atender al calor que lo golpea.

A su paso los álamos agachan la cabeza y
las campanas de la iglesia enmudecen.
Dos hombres bastan para llevarlo a hombros
¡qué liviana carga y cuanto les pesa!

Dulce infancia de alas rotas
que vacío dejaste el nido,
ya tu alma los vientos arrullan
ya los cielos te acunan.
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miércoles, 29 de junio de 2011

Ensoñación 1

Palacio de Congresos, foto de Gloria Reyna


A regañadientes sigo tu interminable senda

intentando encontrar atajos amables que

hagan más liviana mi sentimental carga, 

porque no quiero abrazar el vacio de tu perfil

ni besar tus gélidos parpados cerrados,

solo quiero seguir la dulce sombra de tu ayer

hasta que el tiempo me suelte de la mano
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lunes, 27 de junio de 2011

Me quedo contigo

Castelldefels, foto de Gloria Reyna



Me quedo con la intensidad de la emoción contenida
cuando veo la luna en el claroscuro
de tus ojos.

Me quedo con el sabor de la menta y la albahaca
cuando busco el palpito de
tus labios

Me quedo con el perfil de tus olas sobre mi tierra
cuando enredo mis pies desnudos a
los tuyos.

Me quedo contigo
Me quedo

sábado, 25 de junio de 2011

¿Quién eres?

Palacio de Montjuic, foto de Gloria Reyna


Te presentas siempre de improviso
y aunque no es la primera vez,
nunca te reconozco.
Cuando me regalas tus bondades,
me dejo llevar sin cuestionarlas.
Será que me las merezco.

Cuando apareces con el rostro de la adversidad,
seguro que no es a mi a la que buscas.
Te equivocas y te grito mi razón,
la razón de todas las razones
¿Porqué a mi?

No me atiendes, es tu sino.
Cierro los ojos y me sumerjo en el vacío
para no escuchar tu respuesta,
la respuesta de todas las respuestas:
¿PORQUÉ NO?

Cuando te vas, intento borrar tus huellas,
desinfectar lo que has tocado
porque contra ti no hay vacuna y
mis defensas no sé si podrán resistir
otra de tus intempestivas visitas
¿Quién eres? Yo no te espero

jueves, 23 de junio de 2011

Rojo Vida

Palacio de Montjuic, foto de Gloria Reyna


Sale por la cánula y entra en la máquina que depura, sana y, como en el anuncio, da esplendor.

Cuatro horas de corazón añadido, de palpitar al unísono sin perder el ritmo, ni la armonía.

Una plegaria interior para resistir ese doble esfuerzo y para que el frío que invade las arterías se disipe rápidamente bajo la piel.

Mimos y arrullos para que el rojo vida no huya a borbotones, dejando a su paso la palidez en el rostro.

miércoles, 22 de junio de 2011

Aguja e hilo


Foto de Gloria Reyna


Con hilo y aguja

Zurciste mi corazón
con arte de cirujano.

Bordaste mi soledad
a punto de ternura.

Ovillaste mi desilusión
con hilos de esperanza.

Hilvanaste con caricias
mi piel a tus besos

Amor, sólo amor
enredado en entretelas.
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martes, 21 de junio de 2011

Aún soy yo

Foto de Gloria Reyna


Iba a hacer limpieza de recuerdos, con la pretensión de que habría alguno del que podría prescindir. Pero he tenido miedo, pues tal vez llegue un día en que mi mente se pierda entre caras y voces conocidas sin poder reconocerlas, sumida en un hoy sin matices y un pasado en blanco.

Sin las lágrimas no podré atrapar las risas.
Sin los momentos amargos no tendrán sentido los dulces y placenteros.
Sin las riñas no vendrán las esperadas reconciliaciones.
Sin los desamores no podré abrazar todo lo amado.
Sin la muerte, cómo rememorar todo aquello que fue la vida.

Hoy, todavía tengo todos mis recuerdos y me reconozco en mi historia.
Hoy, aún soy yo.

lunes, 20 de junio de 2011

Un día en el campo 2

Foto de María Alba Reyna

Va por la carretera camino del mercado, con su paraguas, silbando una canción de amor y sus ojos negros brillan esperando el encuentro.
Ahí está ella, con su pañuelo atado a la cabeza y abrigada de la fría mañana con la chaqueta de lana por la que asoma el cuello de una blusa blanca. Como cada día cuando la ve, nota palpitar su corazón. Se resguarda de la fina lluvia bajo el pequeño tejado del chamizo de los apero, desde donde vigila el rebaño de ovejas que pacen dispersas por la suave colina.
Cuando pasa frente a ella, silba más fuerte para que le oiga, ella indiferente apenas mueve la cabeza en señal de saludo.
¡Pues si ella se hace la interesante, él también!. Así que levanta la barbilla y pasa sin mirarla. De repente se gira y echa a correr hacia ella que rauda sube colina arriba.
Se deja atrapar y abrazar. Entre protestas y quejas, juntos resbalan loma abajo. Se besan … o eso cree el caminante que pasa, porque bajo el paraguas negro sólo asoman sus albarcas y sus risas.
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sábado, 18 de junio de 2011

Un día en el campo

Hortensia, foto de Gloria Reyna

Sus ojos brillan unas veces de asombro y otras de contento, incluso cuando el cielo se torna gris
y la niebla cubre el campo. Cada día se levanta con la luz de las estrellas para dar de comer al ganado y ordeñar las vacas. Sonríe mientras piensa en la capa de espesa y blanca nata que quedará cuando hierva la leche y que untada en la rebanada de pan y espolvoreada con azúcar será su desayuno.

Las ventanas y la puerta de azul cobalto destacan entre la lluvia fina que cae sin cesar. Detrás de la casa, al lado del corral, el pequeño y cuidado huerto. De la verja nace un pequeño sendero de guijarros que lleva a la entrada, allí las hortensias son las dueñas.

Ya es hora de ir al mercado. Coge el gran paraguas negro se calza las albarcas y se sube el cuello de la pelliza. Cualquiera que lo vea ir, por la vieja carretera que lleva al pueblo, pensará que le ha tocado la lotería, pues allá va canturreando con su sonrisa y esos ojos negros que siempre le brillan.
Continuará .........
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jueves, 16 de junio de 2011

Balcones 1

Foto de Gloria Reyna


En el interior de la plaza
los balcones se despiertan a regañadientes.
Con las puertas y cortinas abiertas de par en par
inspiran profundamente
el aire de la mañana otoñal.
En las alcobas,
siluetas vacilantes se recortan tras las cortinas;
otras, más diligentes,
aparecen atareadas en amorosos quehaceres
que impregnan la brisa de olor a café.
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miércoles, 15 de junio de 2011

Te espero

Foto de Gloria Reyna


Te espero
El aliento del atardecer
acaricia las fachadas de las casas.

Los últimos rayos de sol juegan
a enredarse en las hojas
de los magnolios.

Las sombras de los trinos
acompañan tu regreso.

Una brisa de susurros
adormece la noche.
Ya estás aquí

lunes, 13 de junio de 2011

La perdida del azul

Castelldefels, Foto de Gloria Reyna


Se ha marchado enfadado.
Le cambié su azul por el mio y desapareció
No he podido resistirme a las lágrimas y como
no me gusta que me vean en este lamentable estado
me he ido a llorarle a un desconocido.
Me he lanzado a sus olas con desespero
dispuesta a acabar con todo
pero asombrado de mi extremismo
me ha cogido como si fuera un plástico cualquiera
y de un golpe de mar me ha
dejado de nuevo en la orilla.
He regresado cabizbaja y arrastrando
los pies por la arena
para darle mayor dramatismo,
Mejor no cambio nada,
puede que así su azul, mi azul, regrese.

viernes, 10 de junio de 2011

Historia de un briso

Masnou. Foto de Gloria Reyna


Creía que lo tenía domesticado pero a la mínima que me he despistado se ha marchado con la primera brisa que le ha guiñado el ojo. La muy pícara con su contoneo y su frescura se lo ha camelado.

Allá va mi briso con esa brisa cualquiera. Los he visto alejarse briosos, ajenos a todas las miradas. Sólo he podido gritarle, que no se acerque a los trópicos sino quiere volver convertido en un monzón. Me ha mirado burlonamente y con una ráfaga me ha lanzado un "à bientôt" ¡el muy snob!

Espero que ese cabeza loca se dé cuenta de la insensatez que ha cometido y que regrese a casa antes de que cualquier viento local lo domine.

Tras una semana de ausencia ha vuelto. Triste y aplacado, no parece el mismo briso de antes, porque la fresca brisa lo ha abandonado; cambio de dirección rauda como el viento dejándolo cargado de pequeños brisitos y brisitas de apenas un kilómetro por hora.

Si algún alma caritativa quiere adoptar a alguno, le agradeceré el gesto, porque no sé que voy a hacer con este padre soltero, ni con toda su nutrida prole; porque una cosa es tener un poco de aire fresco en casa y otra muy distinta luchar contra todos estos pequeños que juegan a despeinarme.

Aprovechen la oportunidad y ahora que se acerca el verano tiren el aire acondicionado y ahorren electricidad. De regalo pueden elegir, entre un anemómetro con el que podrán ver cómo su briso crece o una bella veleta con la que en todo momento sabrán de qué humor se ha levantado.

Unan su vida a una suave y calmada brisa, no se arrepentirán.

miércoles, 8 de junio de 2011

Azul

Málaga, Foto de la web



Bien claro se leía que era suyo
pero lo decía de tal manera que me lo tomé como una invitación.
De puntillas y sin hacer ruido me he colado en su mundo.
El azul me abraza por la cintura y
sin saber quién es
me he dejado llevar sin preguntar nada.
La pasión de sus ojos me guía
por las calles entre la gente
por el parque bajo la sombra de los toldos
por el puerto y su malecón.
Envuelta en el aroma de los jazmines
regreso con el recuerdo de su mirada
He visto el cielo y el mar en sus otros.
Todo era azul, su azul.

lunes, 6 de junio de 2011

En la noche 2

Foto de María Alba Reyna

Nadie la oye entrar, ni la verja grita ni la hierba tiembla. Los árboles que rodean la casa y que en verano la protegen del sol, no se estremecen cuando la hoja recién afilada pasa entre ellos. Las cigarras siguen con su peculiar concierto ajenas a la ira contenida de unos labios que a duras penas disimulan su impaciencia. La mano derecha aprieta el mango de madera con el afán de quien se agarra al cuello de su presa.

Todo lo tiene calculado, primero el hombre; sólo un golpe con todas sus fuerzas. Después la mujer que sin tiempo a reaccionar no tendrá alternativa, sólo morir. La niña la última. Tal vez si no está muy cansada pueda hacerlo con sus manos. Sentir que la vida le pertenece y la muerte también.

Sentada en el suelo no sabe cuanto tiempo hace que terminó su trabajo, pero no quiere marcharse sin recrearse en esos cuerpos extrañamente reconstruidos, son su obra y, para ser la primera vez, no le ha ido nada mal. Todavía nota ese calor que le subió a la cara con el primer hachazo, y seguro que si ahora hablase con alguien la voz le temblaría de la emoción. Las manos le duelen, pero ha valido la pena.

Un gallo canta en la lejanía ignorando la tragedia. Ya empieza a amanecer en el pueblo; en uno de esos pueblos donde nunca pasa nada, donde todos se conocen, o eso creían hasta hoy.

sábado, 4 de junio de 2011

En la noche

Foto de Antonio Marset



Noche de quietud y ternura.

Una madre acuna a su hijo lo arropa y le besa la frente. Una última mirada para ver la carita mofletuda que asoma entre las sábanas. La puerta entornada en previsión de cualquier queja o llanto.

El silencio se adueña de la casa, solo el crujido de la madera bajo los pies descalzos y el tenue sonido de las luces que se apagan.

La brisa del mar entra sigilosa por las rendijas de los porticones.

Nadie la oye.

Sueños

Foto de Gloria Reyna

Soñaré despierta que estoy entre algodones
y que el sol juega con las estrellas.
Soñaré que la Luna me acuna
y que las aguas mansas reflejan nuestra imagen.
Soñaré que apoyo mi cabeza en su pecho
y que el cielo azul me rodea con los brazos.

Fundido en negro

Ya no oigo los latidos de la Luna.
Las nubes me cubren la sonrisa y la tierra se traga al mar.
Las lágrimas rompen la quietud del firmamento.
¿Suyas o mías? Mías, siempre mías.

Ya no quiero seguir soñando.

jueves, 2 de junio de 2011

El lobo

Foto de Gloria Reyna


Hermoso y fiero animal que caza amparado en la manada.
Tal vez se le pueda tachar de cobarde pues ataca a la presa cuando está indefensa y desprevenida. La persigue llevándola hacia una emboscada, donde los demás lobos la aguardan.

Pero a veces hasta al más astuto de los lobos le fallan los cálculos y las estrategias. Y un día, creído en su superioridad ve a una solitaria oveja y se ciega. Una presa fácil que Dios le ha puesto en su camino.

Cegado por la soberbia, se lanza sobre ella sin esperar al resto de la jauría, sin darse cuenta de que la oveja es un tanto peculiar, pues anda sobre dos patas y le apunta a la cabeza.

Moraleja: ¡cuidado con los pequeños detalles!

miércoles, 1 de junio de 2011

El olvido

Foto de María Alba Reyna


El pasado
le tocó en el hombro
llamándole para que se volviera.

Al mirar atrás,
él que tan creído estaba
de que pasaba dejando huella,
vio cómo una ola de olvido
borraba sus pasos.