viernes, 6 de mayo de 2011

Los globos

Foto de Fernando Reyna


Lleva los pies descalzos, y la cara a medio
lavar, o a medio ensuciar.
Sus ojos negros y redondos miran las golosinas
que han puesto en el pequeño
mercadillo del pueblo.
¡Un respiro después de tanto trabajo!,
no ha hecho más que andar detrás de su madre
para vender los globos de colorines y
alguna pulserita de cuentas.
La voz cansada y nerviosa de su madre
la despierta, y corre tras ella
no la vaya a dejar por ahí,
como ya le sucedió un día que le
quiso dar una lección.
¡Que mal lo pasó!
Al final casi llora,
pero se aguantó porque sabía que con
tanto payo a su alrededor no servía de mucho
que una gitanita se pusiera a llorar.
Así que con un pequeño trote sigue a su madre
que empuja trabajosamente el cochecito
cargado de chucherías y globos.
Se olvida por instante de las golosinas
hoy está feliz, ni siquiera el hambre que ya nota
le nublará el día, podrá jugar con
los globos que su madre no ha podido vender.

1 comentario:

  1. Lastima que deseando que no venda los globos para jugar con ellos, no será muy positivo para las rentas de la mami.
    Lindo cuento! me gustó !

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Gracias por leerme