martes, 26 de abril de 2011

Añoranzas

Foto de Fernando Reyna


Cogió su vida, se la echó a la
espalda y ya nunca más volvió
la vista atrás.

Se marchó sin despedidas,
empujado por su destino,
solo el camino de chopos le
fue a despedir.

En sus oídos el ruido del agua liberada 
que bajaba rauda por la acequia
bañando los campos de alfalfa.

En su boca el sabor del pan recién hecho,
y en sus dedos la bolita de miga que
acostumbraba a hacer para saber
si estaba bien cocido.

En sus ojos vigilantes las máquinas
que procesaban el trigo hasta
convertirlo en su blanco e inmaculado
destino.

Y en su resignado corazón,
solo añoranzas de su casa y
de sus amados libros.

1 comentario:

  1. Muy bello! muy descriptivo... algo triste sentirse asi, en una ida.. sin retorno quizás? nunca se sabe... yo tuve que regresar... y no quería, pero es lo que hay

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Gracias por leerme