sábado, 11 de enero de 2014

Tierna locura


Atardecer en Madrid


Sus pupilas persiguen lo esencial:
la luz, los colores, las formas
que se le escapan como hormigas
por rendijas de cristal.

Los porqués son superfluos, banales
no sirven para tejer la Vida
aunque las tripas
se revuelvan contra el destino.

A puñados  quisiera coger las estrellas
para iluminar su cielo,
pero tan sólo es un sueño, una locura,
la tierna locura de mi querer.

4 comentarios:

  1. A veces toda interrogante resulta vana, ante esas pequeñas cosas que no entendemos del todo y que solo podemos vivirlas en la imaginación creativa de aquello que pudo ser y no fue. Una mirada, unas palabras y la verdad... no sé que yo diera; por un beso, solo por un beso

    Precioso Gloria, gracias por hacerme pensar... y sentir.

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  2. Las locuras de amor... no son tan locas, en este caso muy pero que muy tiernas.

    Besos

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  3. Me gusta esta locura
    que enciende cielos
    con luz de estrellas.

    Un beso

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Gracias por leerme