lunes, 26 de diciembre de 2011

Miel de romero

Camprodón, foto de Gloria Reyna


Echo de menos
la oscuridad de tu piel
y la claridad de tus manos
cuando cogías estrellas.
Amada me sentía
en tus palabras y en tus silencios.
Ya sé que no recuerdas.
En la flor libaba la abeja;
en tus manos, la esperanza.
Por la cañada llegaba la luna,
perfil de nácar,
al jardín de los deseos.
Tu beso fue  miel de romero,
cairel bordado a la vida.
Ya sabes lo que siento.

1 comentario:

Gracias por leerme