domingo, 17 de noviembre de 2013

Tiempo de nieblas: Desencanto

Jardín, Camprodón

Soñé que estaría llena de vida,
de colores brillantes,
que me abrazaría salvajemente.
No ha sido así.
El sopor lo domina todo.
El otoño es gris,
y el desencanto también.
Ingenuos, los brazos,
esperan abiertos.

2 comentarios:

  1. A veces ese desanimo del alma , lo cura un abrazo, no ese salvaje que soñabas , sino el pleno de ternura que te otorga un amigo, sin mas expectativa que ofrecerte consuelo. El otro...quizá un día llegue Saludos Glo, Dios contigo

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  2. Sigue con los brazos abiertos, quizás la lagría está por llegar, en el momento que menos te lo esperes.

    Besos

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Gracias por leerme