lunes, 4 de junio de 2012

Un día manso


Un día manso en Barcelona


Un día manso, sin estridencias.
Salió el sol como todas las mañanas
Y el reloj marcó las horas sin
dejarse ni una sola.
Las escaleras bajaban o subían
a voluntad del viandante de turno.
Vehículos que se entrecruzan
que aparecen y desaparecen.
El desayuno en el café de siempre
mientras se comentan las noticias de siempre.
Perros sueltos y amos descarriados.
Porteras que se afanan
en dar lustre a lo que otros no ven.
Unas flores que vuelan
y unas palomas que se posan.
Una brisa húmeda y caliente lame las sienes
y se mezcla con los ruidos del tráfico,
con las voces de la gente, con las sirenas
que cantan en este mar en calma,
en esta mañana de verano sin novedad.

4 comentarios:

  1. Descriptivo y refleja lo que muchas veces vemos alrededor.

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  2. Cuando el ruído ensordecedor
    inunda las calles y la rutina
    se palpa en esa "calma chicha",
    se piensa en como poder escapar
    de la cadena que nos ata al
    asfalto y a los humos.

    Un beso

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    Respuestas
    1. Mil gracias Marisa por tu comentario, a veces se transita por las calles sin ver.
      Un abrazo querida amiga

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Gracias por leerme