miércoles, 13 de junio de 2012

En la penumbra


Bailarina


La penumbra de aquel salón,
representaba todo lo mágico
y amable de la vida.
Tal vez porque mi corazón
siempre buscaba la calma,
la quietud de las sombras
donde reinaba el silencio.

Escapaba del movimiento continuo
y de las tareas cotidianas que brillaban
 fugaces por debajo de la puerta.
Sentada allí, en el lado oscuro de la luna,
mi cuerpo se volvía perezoso.
Pero sólo me bastaba un leve gesto
para soñar y detener el mundo,
abrir la vieja caja de música
y dejar escapar su melodía.

Así dejaba rodar las horas,
cuando el tiempo no huía,
sino que rebosaba en mis manos.

8 comentarios:

  1. Hola Gloria, no soy mucho de cajas de música pero sí de recuerdos y un poco de penumbra. Me gusta!

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    1. Hay que agarrarse a los recuerdos para bien o para mal pero es lo que es nuestro. Y después de la penumbra viene la luz y tus colores.
      Un abrazo

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  2. Es cierto que aún el la quietud, en la penumbra, en la nada, el tiempo siempre nos sobrepasa, se nos escapa, se nos va de entre los dedos

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    1. Se nos va o tal vez se quede con nosotros en nuestros recuerdos.
      Un besazo

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  3. De sueños y penumbras
    se va hilando la vida
    al compás del tiempo.

    Un beso

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    1. Gracias querida Marisa,
      Ojalá pudiéramos hilar la vida con la belleza de tus palabras.
      Cariños

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  4. El tiempo es el mejor forjador de sueños, al fin y al cabo los sueños son lo único que nos pertenece.
    Vengo del blog de Marisa y me han gustado tus poemas, volveré.

    Besos

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    1. Hola José Manuel bienvenido a mi pequeño mundo.
      gracias por tu comentario y estoy completamente de acuerdo contigo, los sueños, los recuerdos son nuestros. ¿qué seríamos sin ellos?.
      Un abrazo

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Gracias por leerme