lunes, 16 de enero de 2012

Gélido invierno

Plaza Cataluña, Barcelona. Foto de Gloria Reyna



Encerrado.
Entre cuatro paredes de bruma
ajeno a lo que sucede,
a lo que siento.
Por eso, en tu ausencia
me entrego a esta tierra que piso
que me ata a ella con su olor a escarcha.
¿Para qué te quiero sino te siento?.
Aunque me resista, sus manos heladas
me atrapan como a una mariposa en invierno.
No sé si es de día o es de noche.
No recuerdo.
Mi amor no sabe de relojes
que marcan horas desnudas, 
ni de los  tiempos vacíos que se columpian en ellas.
Descubrir el camino de vuelta
cuando ya las luces se han apagado,
cuando ni las estrellas aparecen …
me tomará un tiempo.
No quiero acabar en los brazos
de cualquier cuneta hambrienta.
Esperaré otro sol, otra luz
que acabe con esta noche empañada
de gélido invierno.

1 comentario:

  1. Luego llega la primavera y el verano y ..., aún en invierno sale el sol para abrir la espesura, deja ese amor gélido tan bien descrito y relata otra historia de primavera.

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Gracias por leerme