viernes, 28 de octubre de 2011

Diente de león -La madre

Malpartit, foto de Gloria Reyna


Hoy para una madre, no existe cielo ni tierra
ajena a todo, sus piernas apenas la sostienen.
la congoja no le cabe en el pecho, toda ella se ha roto
y no quiere dejarlo solo, no quiere dejarlo ir.
Las palabras de consuelo le retumban en la cabeza,
No acaba de creerse lo sucedido,
era un día como cualquier otro
y sólo lo dejó un instante,
Ahí las lagunas de su mente, sólo la dejan recordar los gritos
el mugido de las bestias en el establo
y la imagen de su hijo entre las patas de los animales.
Ya no le reñirá por llenarse los bolsillo con el maíz de las gallinas,
Desmadejado, como un espantapájaros,
allí quedó en el establo.

Recuerda al padre llegando
del campo y abriéndose paso entre las bestias
apartándola a ella de un empujón,
dando puñetazos y patadas a todo lo que
encontraba a su paso hasta que lo recogió
del suelo y salió corriendo y gritando
como un loco en busca del médico.
Pero ella no corrió, se quedo en el establo
mirando como se alejaban,
sabia que era demasiado tarde,
no había nada que hacer
lo sentía así porque minutos
antes de encontrarlo ella ya sentía
en sus entrañas que su hijo estaba muerto.

Ahora dos mujeres la ayudan a seguir adelante
hacia la tapia blanca a la que no quiere llegar,
Intenta no encontrarse con la mirada acusadora del padre.
El sol la ciega, o tal vez sea ese dolor
agudo que cada vez se hace más grande.
¿Por qué a su niño?, ¿por qué a ella?,
¿por qué Dios?
¿Por qué?

-Fin-


5 comentarios:

  1. Una historia estremecedora, ¿será verdad? Ocurren tantas tragedias en nuestro mundo....
    Un placer visitarte.
    Un abrazo.

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  2. Nunca hay una respuesta
    para una madre ciega de dolor
    y que además tiene que vivir
    cada día ante un dedo acusador que la hace sentir culpable.

    Aterrador.

    Un abrazo


    Ubrazo

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  3. Historia en verdad muy triste. Se palpa y se siente el dolor autoacusatorio de la madre. ¿Te dejaste llevar por estos días nostálgicos? Un abrazo.

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  4. Gracias Moderato y bienvenido a mi blog espero que sigas viniendo.
    Gracias Marisa por tu comentario,
    y gracias amigo Antonio por el tuyo.
    Lamento que hay sido tan triste el relato pero la vida es esto, una veces se ríe y otras,tal vez en un segundo, se llora.
    Esta es la segunda parte de un relato que se inicia en la entrada anterior que es la versión del padre, y que se titula "diente de león, el padre".
    Un abrazo

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  5. Joroba, has culminado el cuento con el mismo ritmo, dureza y brillantez que lo iniciaste.

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Gracias por leerme