viernes, 23 de septiembre de 2011

Septiembre

Lanzarote, foto de Gloria Reyna

El verano se acaba,
apenas queda nada de lo que fue.

El día se desliza silencioso
sobre el campo cuarteado de sed
y mira al cielo pintado de nubes
que guardan con avaricia la lluvia.
Deambulan despacito, sin prisa,
porque tienen todo el día
para dejar caer unas gotas.
Apenas sopla el viento,
demasiado calor para hacer esfuerzos.
La tarde indolente se despide de este
septiembre que se agarra al calor
como si fuera suyo.
Dan ganas de picarle en las manos
para que suelte, para que la vida
siga en sus cuatro estaciones.
Adiós al canto de las cigarras,
es hora de trabajar.
El otoño llega para reclinarse
sobre nuestra vidas.
Ya se nota el frío en las rodillas.

1 comentario:

  1. No deja de sorprenderme la simpleza de la Naturaleza, aquí en el sur estamos maravillados con la llegada de la primavera... pero, te confieso, a mí me gusta el frío.
    Muy lindo texto, mi querida amiga.
    HD

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Gracias por leerme