Flores de tela |
El día, frío y gris,
se me aparece
extremadamente hermoso.
Un pequeño rayo de sol
me acaricia el alma.
Voy a su encuentro,
sin sentir,como la gaviota
surca el cielo.
Camino deprisa
sin mirar a nadie,
no quiere que mis ojos
descubran el secreto ni que
mi sonrisa les hiera.
Dulce sensación
que guardaba celosamente,
avara de compartir hasta
sus migajas y, que ahora,
descubro a voces.