Foto de Fernando Reyna |
Con los carros cargados de uva,
los hombres ya vuelven de la vendimia,
en sus rostros cansados
la satisfacción por la buena cosecha.
Con el trasiego del ir y venir a los lagares
algún racimo se va perdiendo,
caen y alfombran el camino con
su color morado.
Bajo el sol del estío, las calles del pueblo
ya huelen a vino dulce.
Muy gráfico..., embriaga el olor...
ResponderEliminar