Cabizbajo, el chorro
de la ducha en la nuca.
Mira sin ver, como el agua
jabonosa le resbala
por el cuerpo y se aleja,
al igual que las lágrimas
que le corren por la cara.
Así mezcladas, nadie,
ni siquiera él mismo,
se verá llorar.
Con un poco de suerte
esas lágrimas también
arrastrarán y se llevarán
su desconsolada memoria.
¡Joroba! que triste, pero bonito. Estamos en primavera.
ResponderEliminarUna bonita manera de llorar... para que no se percaten que lo hacemos
ResponderEliminar...se las lleva, el agua. pero con alguna hace... alguna pompa de jabón!
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