Foto de María Alba Reyna |
El cuervo sobrevuela la casa
y planea hasta posarse en la
valla.
Mira desafiante y arrogante
a las golondrinas que lo
observan.
Se cree superior porque ha
nacido cuervo.
El humo de la casa le avisa
que el viento ha cambiado su
rumbo.
Es hora de partir, orgulloso
extiende las alas todo lo que puede
para asombro de las pequeñas
golondrinas, que con el pico
abierto de admiración
lo ven partir.
¡Qué hermosas alas, lástima
que sea tan serio y antipático!
Cria cuervos y te sacarán los ojos
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