Atardecer en Menorca |
¡Mar, despierta!
mira el velero de alas blancas
que recala en la playa
como el beso en los labios
y allí se mece dulcemente
Sobre el azul profundo
las olas se visten con
espuma de plata y envuelven
la desnudez de neblina
Solos, el mar y la brisa.
Solos, tu y yo
Flor de sal
sobre la tibia arena
El mar testigo mudo de sentimientos.
ResponderEliminarFelicidades por tan hermosos versos.
Besos
Muchas gracias José Manuel.
EliminarUn abrazo
La flor de sal es una sal especial, como tu poema.
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