Foto de Gloria Reyna |
En la mirada transparente
no hay nubes ni tormentas,
sólo cabe la pasión del instante anhelado.
La cita, frágil mundo de cristal
que ahora abrazo como a tu cálido pecho.
Es un juego, sólo un juego.
Eso me digo, te digo.
Pero ambos sabemos de la verdad
de esa sutil mentira que orla
nuestro encuentro.
Tus labios, agazapados,
acechan el latir de mi boca.
Te sueño, te pienso.
Febril, salgo a tu encuentro.
Tus manos vuelan como el viento.
Mi lengua saborea los colores.
Brotas, inundas mi carne, mi alma.
¿Primicias de amor?. No lo sé.
Hoy, la noche duerme entre mis brazos.
Sorprendente, pasional. Asalta los sentidos.
ResponderEliminarPasión en estado puro, donde el amor deja paso al sabor dulce de la ternura.
ResponderEliminarHermosos versos.
Besos
Muchas gracias José Manuel, me encanta tu frase "el sabor dulce de la ternura"
Eliminar¡qué bonita!
Un abrazo