Puerto deportivo, Barcelona |
Mientras, mi madre cabecea
plácidamente en su butaca,
miro el reloj, me queda una hora.
Una hora para no hacer nada.
Tiempo para mirar por la ventana,
y contemplar el cielo desierto de nubes
En el regazo de ese instante,
beberé un vaso de agua fresca,
mediré una a una mis palabras,
Sin temor, abriré mi conciencia
soltaré mis demonios y rezaré para
que no encuentren el camino a casa.
Y antes que despierte,
dibujaré una línea recta, mi vida,
envolveré mis sueños en papel de seda
y los ataré con un lazo verde esmeralda.
Todo eso y más …..
Mi madre abre los ojos, me mira
pesadamente y me pregunta:
- ¿qué haces?.
- Nada, sólo miro por la ventana.
Hay instantes como sueños
ResponderEliminarque se acunan
en el regazo del tiempo
con miedo a que se despierten.
Mil besos
Gracias siempre por tus bellos comentarios, un regalo querida amiga
EliminarCariños
M'agrada!! Grans petits moments, així és la vida...
ResponderEliminarMuchas gracias artista!!!
EliminarEse "nada" envuelve todos tus sueños
ResponderEliminartus esperanzas y tus temores. Esa hora eterna recorre los caminos de tu vida queriendo ordenar los sentimientos, esplendidos versos mi querida Poeta... fue un placer caminar por sus lineas.
Un gran abrazo desde Sweden.
Mil gracias Solina por tu bello y amable comentario.
ResponderEliminarBienvenida a mi blog
Un abrazo desde España
Bello... Me hace tanto sentido, cuantas veces miramos por la ventana absortas en un mundo interno, viajando entre miedos, sueños y logros... Que será que siempre alguien nos pregunta que piensas?, que haces? y una con toda seguridad contesta, NADA... Cuando en verdad es TODO y por ahorrar no se si tiempo o saber que esa pregunta en verdad no quiere una respuesta, es solo el llamado de... "vuelve"... Besos Gloria y gracias por tan bellas palabras que me llevan a la reflexión. TKM ♥♥♥
ResponderEliminarMarisol Vial
21 de mayo a la(s) 20:00