Foto de María Alba Reyna |
En la oscuridad, luz de plata.
Cierro los ojos y respiro hondo.
Busco tu efímera esencia,
licor que embriaga que me da la vida.
La ingravidez de mi mundo se diluye.
Tus manos abiertas amortiguan
este nacer de mi carne desnuda.
Mis ojos se pliegan a tus labios.
Oigo tu voz que repite mi nombre
y tu boca amada me llama.
La cálida noche se desvanece en mi pecho.
Dulce misterio.
Amor y deseo en este poema de AMORES Y LOCURAS
ResponderEliminarNoche cálida
ResponderEliminarnoche plácida.
Un beso
Intenso, ardiente, hondo... exacto.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tus cordiales palabras.
No se desvanece tu poema, permanece en la memoria y sus ecos en el corazón
ResponderEliminarUn saludo