Patio de Sevilla, foto de Mari Carmen Oliván |
Entre geranios y alegrías
soñé que convertía las piedras
en perlas y los cuervos en golondrinas.
Sentada en un rincón del jardín
creí que cualquier hoja arrancada
podría torcer la voluntad del destino.
Los primeros brotes
nacerían entre mis manos.
Sería para siempre.
Pretendí gobernar a mi voluntad
un caudal cuyas gotas, una a una,
sellarían heridas y quebrantos
Duró un instante.
Era tan frágil su techo de cristal
que cualquier lágrima
lo podía resquebrajar.
Y así fue.
Lindo... claro y limpio. Tan sublime momento que fue coronado con la infaltable gota de realidad que destruye la magnifica fantasía... pero igual fue... Besos!!! ♥
ResponderEliminarLos sueños siempre son frágiles. Se rompem cuando despiertas.
ResponderEliminarAsí es, hay gestos o palabras o lágrimas, que pueden "matar".
ResponderEliminarSaludos
Me ha gustado tu alquimia, ahora me siento delante de mi jardín y espero con los ojos entornados esas transformaciones .....
ResponderEliminarBesos.
Mil gracias Marisol por tus siempre amables comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo gigante querida amiga.
Gracias querido cuñado por estar siempre ahí apoyándome, siempre a mi ladito. Besos
ResponderEliminarGracias TriniReina y gracias Clip por vuestros comentarios, bienvenidos a mis momentos.
ResponderEliminarCariños