Bajo el cielo indiferente
de la ciudad, llueve.
Con cada gota que resbala
con cada lágrima que brilla,
olas de besos,
pleamar de anhelos.
El sol se pierde en
ojos de luna que desbordan
sobre siluetas en blanco y negro.
A lo lejos, el mar murmura.
Las luces zigzaguean
en corrientes de deseos.
Nada permanece,
todo fluye.
Bajo la piel,
en el centro de las estrellas,
me siento otra.
Hermoso querida Gloria , con esa melancolía plana que te provoca un llover constante , dónde entiendes que eres tan solo un átomo primigenio adherido al tic tac del tiempo que no se detiene ante nada , mucho menos ante tu sentir.
ResponderEliminarMe encanta leerte. Feliz fin de semana .
Malusa
Cuando uno está bajo su piel, y ese lugar nos sienta bien, nada importa lo que suceda fuera.
ResponderEliminarUn beso.
HD
La lluvia, el sol, el mar y tú en el centro de las estrellas. Uno se siente, como tú, otro.
ResponderEliminarSon los lugares comunes, nuestras pequeñas idiosincrasias, adosadas en un rinconcito de nuestro ser, las que otorgan sentido a la existencia. Un abrazo.
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