Foto de Gloria Reyna |
Nunca es nunca,
así me he resignado a no saber Nada.
Pero mi cabeza no me deja en paz
y cuando menos lo espero
ahí está la desmemoriada
para recordarme algún motivo
para seguir elucubrando.
Si intento dar un paso, siempre es en falso
porque el peso del recuerdo
me hunde y la realidad del Nunca
me golpea con un directo a la mandíbula
para que aprenda a no meter las narices
donde no debo, no debo, no debo.
Pero cuando el dolor pasa
ya estoy, otra vez, inventando historias,
ficción y más ficción
porque ya sé que en la realidad
es Nunca.
Espero que Nunca no sea Nada. Te invito a buscar Algo para Siempre
ResponderEliminarMe parece que ese nunca que no llega es el que te mantiene, en pie, despierta, en la lucha incansable. Siempre habrá un "nunca" al alcanzar otro "nunca". Es la desdichada existencia de desear aquello que no tenemos, pero..., ésta, es la única manera de evolucionar, si no tenemos metas, objetivos, algo por lo que luchar, un deseo aparentemente inalcanzable, nada merece la pena. Un abrazo poetisa.
ResponderEliminarTodo, Nada, Siempre, Nunca. Términos absolutos que no caben en una vida humana, siempre brevísima.
ResponderEliminarDeshazte del dolor, déjalo irse. Guarda lo bueno que él te dió en una cajita de madera.
Quizás con olor a sándalo.
Gracias por tus versos.
Hibiscus